domingo, 28 de noviembre de 2010

Bizcocho de cebra


¡Cebra! Después de esta receta jamás querréis volver a hacer el bizcocho normal de toda la vida, sólo por el gusto de comer esta cosa con rayitas tan mona. Se ve complicado ¿verdad? ¡Pues no! Pero que no se entere nadie, porque así quedaréis mejor. Casi todo el trabajo lo harán el horno y la masa, nosotros sólo tenemos que echarle un poco de pulso, y al final compensa. Delicioso bizcocho ¡y sobre todo vistoso!


Ingredientes:

-200 gr. de harina
-150 gr. de azúcar blanco
-1 taza de aceite de oliva
-200 gr. de queso cremoso (mascarpone, ricotta, y si no tenéis incluso Philadelphia)
-100 ml. de leche
-3 huevos
-1 sobre de levadura
-6 cucharadas de cacao en polvo
-Una naranja pequeña

Primero ponemos el azúcar con los huevos en un bol y batimos. Cuando la ya mezcla esté espumosa, incorporamos el aceite y el queso. En nuestra receta hemos usado mascarpone, pero sirve cualquier queso cremoso que podamos disolver bien. Si leéis la receta de bizcocho de limón, veréis que el queso sirve como sustituto del yogurt que normalmente usamos en la otra mezcla, así que también podéis usarlo en ésta si queréis, pero vamos a cambiar un poco a ver qué sale ^^.

Después hay que incorporar poco a poco la harina tamizada. La mezclamos aparte con la levadura para que se distribuya bien por toda la harina. También podéis comprar harina especial para bizcochos que ya lleva la dosis justa de levadura y ahorraros este paso. Removed hasta que la masa quede sin grumos.

Ahora coged la naranja pequeña y rallad toda la piel, además de añadir el zumo. Removed enseguida, pues el ácido del zumo de naranja puede cortar la mezcla, que lleva huevo. Podemos prescindir de este paso, pero aromatizar el bizcocho nunca viene mal, y para los de chocolate la naranja va mejor que el limón, os lo prometo ;)

Aún con este aporte extra de líquido el resultado es una masa más espesa que en la receta del bizcocho de limón, así que puede ser algo difícil de trabajar, por lo que le añadiremos los 100 ml. de leche, poco a poco, comprobando la textura resultante. Lo ideal es que la masa “resbale” un poco al echarla en el molde, para que corra hacia los extremos.

Necesitamos masa de dos colores, por lo que vamos a dividirla en dos recipientes, a la porción de uno de ellos le añadimos el cacao en polvo. Esto sí que espesará la masa bastante con respecto a la otra, por lo que volved a añadirle leche de forma controlada. Si ni con esas resulta una masa lo bastante líquida, siempre podéis añadir una cucharada de aceite de oliva para que quede más oleosa.

Y ahora sí, en un molde enmantequillado vertemos dos cucharones de masa (con una cuchara de las de servir sopa), justo en el centro, para que la masa se extienda hacia los lados. Si no siempre podemos ayudarla extendiéndola nosotros mismos con la base del cucharón con un movimiento circular, que en más de una ocasión hará falta para que los círculos queden bonitos ^^. Después, en el centro de nuevo, añadimos dos cucharones de masa de chocolate. Y así sucesivamente, las masas irán formando círculos concéntricos hasta quedar como veis en las fotografías.

Con el horno precalentado a 170º hornearemos unos 45 minutos, en los últimos 15 podemos tapar el bizcocho con papel de aluminio para que el grill no tueste la parte de arriba y quede más jugoso. Cuando se enfríe podéis desmoldar, y no os olvidéis de comprobar cómo queda en el interior. El corte es asombroso ¿verdad? Nadie puede aburrirse con un bizcocho así, si os apetece cocinar poco pero dejar a la gente con la boca abierta procurad aprender esta receta, el impacto está asegurado XD

1 comentario:

  1. Acabo de intentarlo :) El mío no es tan guapo pero se va comiendo :DD xDDDD Es una pasada el corte todo hay que decirlo o.o!

    Gracias por la receta ;D

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